sábado, 14 de noviembre de 2020

Salud de noviembre

     En la avanzada tarde de noviembre, el tapiz de poniente deja sus aguas calmas, un silencio a la lejanía, y un rojizo sol que fisgonea entre unas nubes otoñales. Un cofrade permanece sentado al fondo del paseo, ante el precioso homenaje que la naturaleza nos brinda. Un cofrade tarifeño, un cofrade del Martes Santo. La misma tarde sirve para que un amigo suyo, otro cofrade, sienta sus olas llegar a una orilla que en el momento siempre parece fría.

     Ya me parece primavera poder exponer a dos cofrades en un mismo párrafo, pero el Martes Santo ha tenido escuela de cofrades, y solo tenemos que contemplar la radical transformación de una cofradía que “lo tiene todo”. José Luis, si hubiese visto este atardecer hace meses, lo vería en el onceavo mes del año como una tarde que prorrogaría hacia una noche de palio. Y es que estos locos son así. Recuerdo una frase suya hace varios veranos: “¿Quién hay hablando de ésto en estas fechas?”, y esa pregunta responde a las virtudes y a los déficits de nuestra Semana Santa. Ellos lo saben, pues magisterio no les falta.

     Sirvan estas líneas para dar la enhorabuena a Mariluz Sáenz y su nueva junta de gobierno, pues cogen buen barco, y los deseos son los mejores para con vosotros. Al igual la congratulación ha de ser para toda nuestra Semana Santa, porque saber que el trabajo de estos años continúa es motivo de alegría, y garantiza otros años más de Salud y Dolores esperando en el cancel que las aguas calmen, y nos dejen eternas noches de palio y crucificado. Pero permitan también que estas líneas sirvan para el silencioso sol que agacha en el otoño que contempla primaveras en el horizonte de poniente.

     Una icónica imagen de la noche de hábitos rojos y negro, es entre otras, la de un cáliz bajo unos pies castigados. Ser buen cofrade conlleva su cáliz, pero deja pasar las chicotás, que las estrellas te harán poder oler la canela, y aterciopelar las amarguras en una calle que roza los varales con nombre escrito en latín. Gracias José Luis, por mucho, porque vamos muchos en los tramos de las cofradías, pero son pocos los que cargan a sus espaldas cada día de su vida poniendo tanto corazón en lo que hacen. Ese registro cofrade no está en auge, y contigo se pone un sol. No seré quien vaya a valorar tu mandato ni el de tu gente, pues todos acertamos y equivocamos, pero por lo que he podido conocer al capataz de nuestra cofradía vecina en estos últimos años, ha dado todo lo que se puede dar, y pocas personas pueden ofrecer tanta capacidad de trabajo, y eso le hace un gran Hermano Mayor, y un enorme cofrade para nuestra tierra. Y sus amigos lo saben.

     ¿Y por qué hablar de otro atardecer al nuestro? Porque andamos en la misma orilla.

     El bien de una cofradía, es el bien de la de todas. El conocer cofrades de esa capacidad, es un hallazgo que no se ve todos los días. Diez “Cepis”, y ya estaríamos hablando de Semana Santa. Porque los renglones hay que seguir escribiéndolos.



miércoles, 14 de octubre de 2020

Caminito de Privilegios

No son pocas las veces que los carcamales del lugar han comentado la congoja de no haber podido disfrutar antes de este diamante cofrade (y le habría encantado). Pero las cosas pasan cuando han de pasar: un obstáculo en su camino, un ángel que riega la copa de nuestro olivo, y una Virgen, llamaron a filas a una persona que lleva a sus espaldas uno de los apellidos de más peso en nuestra Semana Santa. En este caso, quizás la menos capillita, en este caso, quizás la más apasionada.

En varios de los instantes previos a que se abran las puertas de San Mateo para que el atardecer abrace la capa morada, contempló “algo distinto” en una “hermandad diferente”. Y probó suerte, y un nuevo privilegió en el Getsemaní tarifeño.

Gran descubrimiento, impecable tesorera, trabajadora, impulsiva, visceral, eficiente, solidaria. A veces amanece de poniente, a veces anochece con la levantera; hay que sujetarse, así es Rondón Ulloa. Sin duda, un ejemplo de cómo el derecho se consigue por el camino del deber, convirtiéndose en los últimos años en una referente de la Hermandad del Lunes Santo. Con María llegó un revuelo de emociones, y ella se lleva un Rosario de sentimientos más cerquita, haciendo su camino. 


¿Cómo llega alguien tan "lejana" al Huerto a formar parte de sus tierras?

A través de una unión familiar, alguien especial y por último mucha devoción hacia uno de sus Titulares.

El hábito de la cofradía es para ti.... 

Respeto, seriedad, recuerdos, bondad, amistad, sentimientos…

¿Es tan intensa esta cofradía como se percibe en ocasiones desde fuera?

Sí, es cierto que es intensa pero a la vez muy gratificante.

¿Qué ganaste y que perdiste a la sombra de este olivo? 

No siento que perdiera nada, gané en amistades y aprendizaje.

¿Cuánto de importante es la labor social en las hermandades?

La labor social desde mi punto de vista, es la característica esencial de una hermandad. El buen cofrade debe dar testimonio del evangelio en nuestra vida diaria, ello implica compartir, amar, acoger, en general servir al prójimo.

¿Duerme una tesorera en cuaresma?

¿En cuaresma sólo? (Risas). Bajo mi propia experiencia, en el Huerto no se duerme ningún día del año, siempre hay un objetivo nuevo.

Pienso que voy a ponerte un nudo en la garganta. Háblame de la que lleva Rosario por advocación.

Son muchos sentimientos, es mi todo, mi más, mi siempre. Ella sabe de lo que hablo.

Si hablamos de advocaciones, el nombre de Esperanza te sugiere... 

Pureza, guapa, morena, madrugá, verde esperanza,… su nombre ya lo dice todo.

¿Qué momento te sobrecoge especialmente del Lunes Santo? 

Hay dos momentos en el Lunes Santo: primeras horas de la tarde, oración frente a Nuestros Titulares (se me pasa todo el año por la cabeza). Segundo momento: la recogida, capataz detrás de un palio solitario y en silencio..

Cojamos agujetas y alfileres:

(Dicho de otro modo, respuestas rápidas) 


Una imagen... Mi padre un Miércoles Santo frente al Consuelo.

Un sonido... Unas bambalinas.

Un recuerdo... La madrugada de un Miércoles Santo de mi niñez en San Francisco.

Una flor... Siempre margarita.

Una compañía... Mi memoria.

Septiembre... Luz, nardos, vida.

Las vísperas del lunes... Ilusión; se apagan las luces y empiezan los sueños.

Una satisfacción... El Lunes Santo.

Un sueño...  Esta pregunta no la contesto, me la guardo en lo más profundo de mi mente.




miércoles, 2 de septiembre de 2020

Un vecino por Privilegios

 

     Juan Antonio Gómez Patón, Juan. Por Privilegios pasa uno de los suyos, e introducir esta sección podría llevarnos muchas líneas pues su participación en ésta, su cofradía, es noble y extensa.

Para unos un compañero, para otros un amigo. Para muchos, querido. Y con razón y razones. Y eso vale mucho.

     Juan es persona de hermandad, y la del Huerto, cuenta con una de esos seres que todos y todas queremos tener a nuestro lado. Que se lo pregunten a sus hermanos costaleros, pues él no levanta kilos, levanta almas. Que se lo pregunten a sus capataces pues ejemplo tienen para estar orgullosos. Que se lo pregunten a sus cofrades, siempre dispuesto a meterse en algún que otro “fregao” de los que amanece en las latitudes hortelanas. Que se lo pregunten a sus amigos, que su lealtad es inquebrantable.

     Tan apasionado como reservado, ya era experimentado y veterano antes de llegar “al palo”, pues a buen seguro, nació bajo la seguidilla de una saeta.

     Juan es pasión, técnica, voz, sacrificio y mucho corazón. Algunos bajo el paso le llaman cariñosamente poeta. El, sencillamente es poesía.





¿Cuántos años bajo las vigas del Lunes Santo?

Puf, perdí la cuenta, pero casi un cuarto de siglo posiblemente.


Casi na ¿No?

Muchos momentos, instantes, fotogramas en la memoria y en el corazón... sí, casi na.


¿Qué da papá y que da mamá?

Él da fuerza, pasión. Embiste en el espíritu con paso amplio y costero elegante. Llevarlo es elevarse, flotar... Contradictorio pero absolutamente real, al menos es el recuerdo que tengo de mis años siendo sus pies.

Ella es madre, te acoge pero te exige, la quieres, la adoras pero a la vez la odias y te ofusca. Ella es constante, ella exige mucho más de lo que puede parecer y a cambio regala momentos para enmarcar en el corazón.

El mayor valor de todos estos años...

Los lazos creados entre muchos compañeros y amigos que compartieron vivencias entorno a Ellos. Los recuerdos que no se borrarán, que son muchos. Y las maravillosas experiencias que hemos vivido juntos.


¿Qué hace tan especial ese Lunes, que nunca ha dejado de ser una de las referencias de la carga local?

El trabajo serio y la disciplina... Los ensayos ya son días esperados y marcados como especiales. Y esto aderezado con momentos únicos y muy emotivos. En un Lunes Santo, casi nada es por casualidad... Y lo que emerge sin planear son los regalos impagables de este gran día.





¿Cuándo comienzas tu Lunes Santo?

El Domingo de Ramos, mochila al hombro, a las puertas de San Mateo viendo alejarse la Hermandad del Medinaceli.


¿Algún ritual personal antes de que suene el martillo?

Silencio, recogimiento personal y abstracción absoluta. Me dejo llevar por los sonidos, aromas e intento absorber todo lo que da un momento así. Antes de que suene el martillo vives toda una eternidad.


¿Podrías destacar un recuerdo entre tantos acumulados?

(Risas) No. Pero sí me quedaron grabados eventos muy trabajados junto a compañeros y amigos, muy gratificantes en lo personal y colectivo. También el Lunes Santo que “dejé” las trabajaderas, ese pequeño rinconcito cofrade personal y que tanto me aportó, descansando el paso en el suelo, fue cuando más me pesó. Pero luego, con el tiempo, aprendí que uno nunca deja de ser costalero.


¿Cómo han evolucionado las cuadrillas desde que comenzaste?

Ahora se preocupan más por saber andar bajo un paso, por saber hacerse la ropa y llevarla correctamente, algo esencial para el trabajo que se debe realizar. Antes era todo más caótico. Hablamos de casi 30 años atrás.


¿Qué echas de menos?

Echo de menos las noches cargadas de ideas y sueños... y seguro... echaré de menos muchas más cosas que aún no las contemplo.


Cuéntanos algo del Bar Rico...

El Rico es nuestra sede (Risas). Es un lugar entrañable cargado de momentos inolvidables. El Rico es un bar de los de antes. Y para el Huerto siempre ha sido un lugar de encuentro y fuente de muchas ideas maravillosas.


Y de Ella (la Virgen).

Desde antes de llegar sabía que yo sería uno de los que iría bajo su manto y amparo. Ella es hermosa, me transmite paz, dulzura y cobijo. Ella siempre me cobija desde el primer día.

Es alegría y desparpajo. Es elegancia y presencia. Ella son muchas cosas que no se explican con palabras.


¿Qué le pedirías o exigiría a los/as jóvenes que asoman en la actualidad a las cuadrillas (capataces y costaleros)?

Seriedad en el trabajo, obediencia, disciplina y respeto hacia los compañeros y hombres de mando.

Al capataz lo que se espera de cualquier capataz que se precie... Sobriedad, rectitud y convicción en las decisiones a tomar. Ellos deben hacerse respetar y predicar con el ejemplo. También amor, mucho amor hacia sus hombres cuando debe refrescar y aliviar los momentos malos, que siempre llegan.





Al palo Juan, chicotá de callejón…

- Un costalero es: "Uno más".

- El ensayo es: Básico.

- Salida o recogida: Puf Salida.

- Marcha de Cristo: María.

- Marcha de palio: Ione, Rocío.

- Una maniobra: Una "revirá" eterna y su arrancaita bien medida y en su justo momento.

- Un sonido: El del martillo, desde dentro.

- Un instante: ¡Difícil! La charla antes de entrar en el templo. Sale el misterio y palio espera.

- Una calle: Santísima Trinidad.

- Un lugar en las vísperas: Rico.