sábado, 28 de diciembre de 2019

El privilegio de la compañía. Por Antonio Valencia Díaz

El costalero/a es cada persona encargada de llevar sobre sí, o cargar de una manera específica, la imagen o imágenes en los pasos que forman parte de los cortejos procesionales.
 
Su nombre viene dado de una prenda que protege la cabeza y el cuello: el costal. Los miembros de una cuadrilla van dispuestos bajo el paso en trabajaderas, travesaños de madera que cruzan el ancho de las andas, y donde cada integrante apoya su cerviz.
 
Según su función, que deriva del lugar que ocupa, obtiene diferentes nominativos. “Pateros/as”, persona que trabaja en las esquinas del paso. “Fijadores/as”, que ayuda a los anteriores y refuerzan sus movimientos. “Corrientes”, ocupando el tramo central de la trabajadera y que en muchas ocasiones se ven penalizados por los desniveles de nuestras calzadas. Y “costeros”, posicionándose en los costados del paso. Aun con la importancia de cada función, todas y cada una de estas almas adquieren un valor único e igual al resto del engranaje fundamental y necesario para que los pasos tengan – y transmitan- vida.
 
Si bien estas definiciones pueden servir para acercarnos a una noción general y sencilla del mundo de la carga, la siguiente afirmación con traje de contradicción guarda muchas otras, u otras muchas: si bajo un paso uno más uno son dos, una cuadrilla no es simplemente la suma de sus integrantes. Son muchas las aristas que han de conformar su sentido y su función.
 
De joven, mi concepción sobre la figura del hermano/a costalero/a era el de una persona discreta, casi anónima, y bendecida por la intimidad que dan cuatro faldones que en su interior se convierten en un lienzo para que cada uno/a abrace los pinceles de sus silencios y dibujara una obra desde el corazón, compartiendo pigmentos con aquellos que le rodean, y “secuestrados y abrazados” bajo el mismo peso.
 
Los años te hacen conocer y reconocer muchos perfiles dentro de la parihuela, algunos alejados de blanco ideales y de discreciones (tiempos complicados éstos de las redes), y otros que refuerzan la catequesis interna que escribe cada uno para sus razones y para pintar colores a los primeros atardeceres de la primavera. No son pocos éstos, que además de adherirse con su esfuerzo, su técnica, su disciplina, su fe o su ilusión, andan pies sobre pies para tratar de ofrecer una buena chicotá en su Semana Santa. Pies sobre pies, vistiendo su mirada y sonrisa con la ilusión del niño/a que en su día fue. Pies sobre pies anudando en su faja facultades imprescindibles como el compromiso, la puntualidad, el compañerismo, la actitud, la bondad, el respeto, el silencio, la lealtad.
 
Son muchas las personas que pintan colores a los marzos y abriles, muchas razones, y muchas sus verdades.
 
No soy quién – además alejado ya de saborear esos lienzos- para aconsejar ni definir brochas o pinceles, pero sí para buscar este contexto donde entender una felicitación con nombre propio. Quizás no sea el más alto, el más fuerte, el más carismático o experimentado de los costaleros, pero atesora tantas virtudes como el que más. Y ademas de acoger el peso año tras año de su Virgen sin rechistar y con sus silencios, siempre nos da un buen ramo de colores a lo largo del año y los años. Un color en su sonrisa, en su amistad, en su sinceridad, un color en su camiseta, una chispa en su arte, en la manera de entender esto, un color incluso en los primeros segundos de un año que empieza acordándose de otros; un color de humildad, decenas de colores con pétalos de lealtad. Y un color con nombre de Nerea.  Y con costaleros así todo nos es más fácil a los demás.
 
Este año, más que nunca para ti, Felicidades Juan José, ¡feliz 2020 Tito!
 
Tu felicidad también es la nuestra.




martes, 22 de octubre de 2019

- Entrevista a Mª de la Luz Ruiz Ruiz. El Privilegio de la Experiencia

       El privilegio de la experiencia.  (Introducción por Antonio M. Valencia)

     Hay mucha historia y mérito en ella. Con una marcada personalidad, una lealtad incuestionable, mucha dedicación y un fervor cofrade en toda regla, Ma de la Luz Ruíz Ruíz ha trazado su intenso camino en las últimas décadas de la corporación del Lunes Santo.

      Viviendo distintas etapas, faenando con muchas personas, y haciéndose a sí misma desde su adolescencia, ha fraguado el propio privilegio de conocer y entender bastante de los senderos que han resultado en lo que hoy en día hemos conocido o conocemos como El Huerto. Y así Getsemaní ganó otro privilegio.

      Desde su ingreso, “Mari” ha ostentado multitud de cargos dentro de la junta de gobierno (llegando a ser la primera mujer que abraza la vara dorada) y otras responsabilidades fuera de ella, tareas de distinta índole, pero todas y cada una de ellas encaminadas a poner en marcha los engranajes de la cofradía.
      Ello, sin duda, le ha otorgado una visión bastante amplia y pormenorizada de este rincón bajo olivos y entre rosarios; su Hermandad.


¿Cómo valoras el estado actual de la hermandad, y cómo percibes el futuro inmediato de la corporación?

     Actualmente percibo una apatía general en el seno de la hermandad teniendo en cuenta mi concepto de lo que debe ser la vida diaria de una corporación nazarena. Sí es cierto que esta actitud se transforma a la hora de trabajar por las obras sociales siendo masiva la respuesta de hermanos y allegados.
     Respecto a la segunda parte de la pregunta, veo un futuro incierto para la subsistencia de nuestra hermandad. Hay que tener en cuenta que es una de las corporaciones más complejas de dirigir, unido a la falta de compromiso de las nuevas generaciones.

Acabas de hacerte cargo de la secretaría ¿Piensas que las hermandades deben de invertir en adecuar a las nuevas tecnologías y preservar con total garantía el extenso legado documental que se atesora?

     Por supuesto que sí. En estos tiempos que corren y gracias a la vigorosa ayuda de los soportes informáticos, sería imperdonable por nuestra parte, no dejar constancia de todos los aspectos que conforman la hermandad.
     Lo ideal es tener informatizado todo el histórico, actualizado del registro de hermanos, inventarios, memorias, actas y todo aquello que define a este colectivo.
Por otro lado es sumamente cómodo y eficaz la comunicación entre Junta de Gobierno/hermanos y viceversa.

La creación del Reglamento de Régimen Interno allá por el año 2005 erigió a esta hermandad como pionera en estas lides y sirvió de ejemplo para otras corporaciones. Acabamos de asistir a otras modificaciones de estatutos a nivel diocesano con el fin de volver a adaptarse a una sociedad cambiante. Desde tu experiencia, ¿crees que esos cambios son suficientes para el referido objetivo, o dichas revisiones deberían ser más profundas debido a la escasa periodicidad de las mismas, y con ello dotarlas de una vigencia más prolongada en el tiempo?

     Siempre todo es mejorable. Aún no se ha actualizado con la realidad social en la que vivimos. Además de este desfase se presupone que la próxima revisión por parte de Obispado será cuando pasen muchos años con lo que se incrementará estas diferencias y se excluirán a personas muy válidas por realidades sociales como el divorcio, por tener inquietudes de mejorar la sociedad donde vives mediante el ejercicio político, etc.
     En estos tiempos que corren no nos podemos permitir prescindir de estas personas y menos aún en una población tan limitada como Tarifa.

Los aspectos burocráticos en las hermandades es una cuestión más exigente de lo que la gente piensa ¿crees que dentro del seno de las cofradías basta con la información que se da al respecto, o es necesaria una mayor formación en esos términos?
¿Qué recursos observarías como necesarios para mejorar la capacitación? (en caso de la segunda opción).

     Sí, el Obispado tiene su propio lenguaje administrativo, contable y documental que la mayoría de los cofrades tarifeños desconocen. Parte de la formación cofrade, que actualmente se está impartiendo, debería cubrir estos vacíos al margen de otras carencias en las que no voy a entrar.
     Desde mi punto de vista también se debe formar a desempeñar todas las funciones de los miembros de Junta de Gobierno (fiscal, tesorero, secretario, mayordomo...)

No es difícil encontrar una lectura en el entorno que confirma dos tipos de hermanos dentro de las hermandades, unos que se interesan e implican, y otros que resuelven su voluntad con una colaboración o aportación económica que ayude a la misma. ¿Habría que buscar una diferencia
formal a este asunto, o bien existen herramientas realmente funcionales para dar con un acercamiento al ideal?

     Formalmente no existen recursos ni estatutos para diferenciar a estos dos modelos de hermanos. Pero si es cierto que la Junta de Gobierno puede apoyarse y confiar responsabilidades en los hermanos comprometidos, o sea, realmente se hace en función de la implicación personal que cada uno decida.

Has desarrollado distintos cargos y funciones cofrades ¿es el cargo en sí o la intensidad que la persona ponga en el trabajo de la cofradía quien dicta su participación en la misma?

     Es evidente que depende únicamente de la persona y no del cargo. Desde cualquiera de las responsabilidades de una junta se puede aportar lo mejor de uno mismo y a la vez enriquecerte de un aprendizaje continuo. Lo que sí pienso que es imperdonable es el estar por estar, por rellenar un hueco o por aparecer en la foto.
     La actitud con la que aceptas un cargo es vital para el buen desarrollo de la hermandad y no los conocimientos de los que dispones ya que todo en esta vida se aprende y todos nacemos sin saber.

A estas alturas del siglo XXI no debería ser formulada esta pregunta, pero ¿piensas que está superada la integración de la mujer en la Semana Santa, o por el contrario, aún falta camino por recorrer?

     De todo hay en la viña del Señor. Hay hermandades que actualmente se sustentan sobre los hombros de mujeres pero hay otros casos donde se respira aún el rancio olor del machismo. El que se integre o no a la mujer depende de las personas que te rodean y de que valoren a la persona y no al género.

Pasan los años, las personas, hay diferentes momentos y etapas, y el Huerto mantiene un sello. ¿A qué puede deberse?

     Creo que se debe a la constancia y perseverancia de las personas que han pasado por nuestra hermandad, al saber hacer, al tener ambiciosos objetivos y una clara trayectoria.

Si te pidiéramos que titularas de manera breve cada una de las últimas tres décadas de la Hermandad, dirías...

     Es muy complejo y muy poco justo resumir treinta años de una hermandad en tres frases por lo que me voy a permitir la licencia de extenderme algo más.

1a Década.
     La seña de identidad de esta etapa es la de un grupo de jóvenes tarifeños con muchas ganas
y más ilusión por compartir su visión de la Semana Santa. Se plantó un pequeño olivo que vino acompañado por la nueva imagen de Nuestro Titular con un sinfín de novedades (paso, hábito nazareno, enseres) y una peculiar cuadrilla de hermanos costaleros atípica para las costumbres del momento. Todo esto marco un estilo diferenciado del resto de cofradías recogido bajo el apelativo de los Niños del Huerto.

2a Década.
     Se consolida y perfecciona este estilo reflejándose de forma pública en el desfile procesional
y de forma interna siendo muy cuidadosos con la gestión administrativa y documental de la corporación.

     En esta etapa se incorpora la bella imagen de nuestra cotitular marcando otra nueva línea al incorporarse los distintos vestuarios según los tiempos litúrgicos nunca vistos en nuestra localidad.
Los mayores esfuerzos de esta hermandad se realizaron en este periodo para poder afrontar la realización del palio y vestuario de Ntra. Madre de Dios y del Rosario y así cumplir el sueño de verla por las calles de nuestra ciudad las tardes del Lunes Santo.

3a Década.
     Estos últimos años se ha seguido mejorando ambos pasos y enseres procesionales
consolidando la estación de penitencia y marcando un estilo propio donde se refleja la unión de ambos Titulares en la tarde del Lunes Santo.
Son muchas las cosas que aquí no se reflejan y más aún las que quedan en el tintero por hacer....

¿Qué te ha faltado en la Hermandad?

     Recursos y comprensión...

¿Qué te queda?

     Una larga lista de sueños.

¿Qué te llevas?

     Una gran familia y la satisfacción de hacer cumplido muchas metas.




domingo, 6 de octubre de 2019

- Onomástica de Nuestra Madre De Dios y del Rosario

Cuando concluye el mes mariano por excelencia para la ciudad, se inicia un nuevo curso donde esta cofradía no podía tener mejor comienzo gracias a la celebración de la onomástica de Nuestra Madre de Dios y del Rosario.
Es un tiempo donde Nuestra Amantísima Titular ocupa por unos días un lugar más especial si cabe en nuestras oraciones y súplicas; unos días donde desciende de Su altar para acercarse físicamente a sus fieles e impregnarlos de Su amor incondicional e inmarcesible hacia su hijo; son días de arroparla y calmar su dolor…
Por ello, la hermandad ha dispuesto para hoy domingo día 6 de octubre, durante todo el día, el besamanos a Nuestra Madre de Dios y del Rosario. Asimismo, se dedicará a Ella el rezo del Santo Rosario, previo a la celebración de la Eucaristía de la tarde, el mismo día de la víspera de Su onomástica sobre las 19:15 horas en la Iglesia Mayor de San Mateo Apóstol.
Durante la mañana del lunes 7 de octubre, la Santísima Virgen también permanecerá expuesta en su tradicional besamanos para que los feligreses y devotos puedan expresar su amor y devoción en el día que se conmemora Su festividad, así como la solemne bendición, siendo este año el 18º aniversario de la misma.
¡Esperamos tu asistencia!

viernes, 20 de septiembre de 2019

- Los Aromas de Septiembre. Por Antonio M. Valencia Díaz


...A nardos, septiembre huele a nardos; a su aroma perfumando los rojos y azules de una Luz vestida desde los cielos y anclada a una calzada exultante durante tres semanas.

A nardos desatados sobre un libro de cubierta de plata que acoge unas hojas escritas con la trinidad cantada desde unas espigas de trigo y unas redes de mar bajo la marejada.

Pero también huele al vino que riega el albero que sujeta la Tarifa más blanca que perdura en un eterno pasodoble.

Al aroma de los sentidos que nunca adormecen mientras las campanas del templo colorean el alba.

Al aroma del recuerdo familiar dibujado en un multitud de siluetas.

Al olor a tomillo y romero que te sumerge en los recovecos del enjambre más calizo tras la muralla.

Al atardecer anaranjado que despide el verano entre aires hermanos de una segunda primavera.

A la nostalgia de un miércoles citado tras los días de la novena.

Al aroma que rocía en una madrugada de aurora de despedida entre las estrofas recitadas por grillos escondidos en la humedad de los caminos.

Al chiclana custodiado en un barril del bar de Rico, que espera macerar con gratitud un par de codornices y pinchitos.

Al olor del pan macho calentito de una mañana salada de claridad y esperanza de los días.

Y septiembre, huele al mejor exorno floral del Huerto de los abriles penitentes. Y sin referirse ello a los lirios ni a las rosas, ni a las calas, bouvardias u hortensias que bajo olivo y palio grosella asoman los lunes más santos. Huele a dos flores tan delicadas como perseverantes en su empeño de perfumar “nuestra Calzada”.

En septiembre no huele a azahar, pero si a una orquídea y una gardenia que asoman sus raíces en la puerta de San Mateo durante tres semanas. Dos flores nacidas de la lealtad, la fe, la familia y la amistad. Dos flores de GRACIAS para perfumar el calendario de la Virgen cada año.


A Nina y Carmen.




domingo, 15 de septiembre de 2019

- Entrevista al Rvdo. Padre D. Juan Pedro Varo Salguero


Entrevista al Rvdo. Padre D. Juan Pedro Varo Salguero, director espiritual de la hermandad. – Por Julián Garrido, Antonio M. Valencia y Rubén Rondón.


- Habiendo tenido usted una patente trayectoria en una ciudad como la de San Roque, y ya un claro y notorio asentamiento en nuestra población, ¿qué diferencias y semejanzas destacaría entre la Semana Santa de estas dos localidades?

Dicen que las comparaciones son odiosas, por tanto, no podría hacer yo ahora una comparación entre la Semana Santa de una localidad y otra. Yo creo que cada pueblo tiene su identidad, y sus vivencias y su historia y eso es algo que no se puede olvidar. Lo que sí es cierto es que las dos arrancan de una profunda fe del pueblo, que necesita exteriorizar su fe en la calle y manifestarla en medio de su gente. En esa manifestación no sólo va incluido la exhibición, sino también el deseo ardiente de transmitir algo que nos han transmitido a nosotros. Si la Semana Santa perdiese ese afán por transmitir un mensaje, que es el mensaje de Jesucristo, llámese Evangelización, perdería su idiosincrasia y su finalidad.


- Si le pidiéramos de manera sintética un balance de estos últimos años en la Semana Santa de Tarifa, diría...

Que se ha caminado mucho pero tenemos que seguir caminando para hacer que la Semana Santa de Tarifa siga creciendo y enriqueciendo a nuestro pueblo. Un cofrade no se debe contentar sólo con sacar un paso a la calle, sino que esa salida haya servido de algo. Para eso está la formación cofrade, las acciones sociales y por supuesto el culto tanto interno como externo.


- Es posible que el mundo de las cofradías sea uno de los grupos que más número de personas aporta a la Parroquia ¿comparte esta impresión? ¿qué lugar ocupan los cofrades en la vida de la misma?

Por supuesto que la comparto, yo diría que es el grupo más numeroso. El mundo cofrade tarifeño es como la sal, que está y muchas veces no se da uno ni cuenta. Hay cofrades en catequesis, en la Adoración Nocturna, en Cáritas... en todos los grupos parroquiales puedes encontrarte a un cofrade. Esto es bueno, porque así la cofradía no es un gueto, ni un círculo cerrado, y también porque un cofrade, para ser un buen cofrade, como dice la sevillana, tiene que ser antes un buen cristiano, y así necesita que tiene que compartir su fe y ayudar también como cristiano en las distintas tareas eclesiales.


- Aunque no es conveniente generalizar, en el sector cofrade siempre se ha rumoreado que la curia no suele recibir con excesivo gusto a las hermandades en la parroquia ¿Cuánto hay sobre ello de leyenda urbana y cuánto de realidad? Y si se diera el segundo caso, ¿puede estar motivado este “rechazo” a la falta de implicación de gran parte de los cofrades a la vida y actividad parroquial?

Yo creo que hay mucho de leyenda urbana. Al decir la curia supongo os referís a los sacerdotes, y no es del todo así. Como en todas las cosas, habrá sacerdotes que hayan trabajado con cofradías, otros que no, a unos que les caigan bien, a otros que no, pero eso no quiere decir que en general, los sacerdotes vayan siempre con el hacha en las manos cada vez que ve un cofrade. Yo, por ejemplo, no he convivido con el mundo cofrade hasta que no fui sacerdote, y fue aquí en Tarifa. Después se me encomendó la parroquia de San García, donde no había presencia cofrade, y sin embargo, veía la necesidad de una de ellas, luego se me encargó la parroquia de Santa María La Coronada de San Roque, donde me encontré con diez hermandades y ante esa situación uno no puede estar con el hacha en las manos, estás obligado a atender a muchas personas que te necesitan y que necesitan a Dios. Por eso no estoy de acuerdo con esa afirmación. Conozco a muchos compañeros míos que han tenido la misma experiencia. Cuando te pones a trabajar codo con codo con los cofrades descubres un mundo inmenso donde poder ofrecer el mensaje de salvación que quieres transmitir, pero tienes que trabajar con ellos, no puedes hacerlo desde fuera, te tiene que doler lo que a ellos les duele y te tiene que alegrar lo que a ellos les alegra. Es el mejor camino que he descubierto hasta ahora, y creo que no me va mal. Evidentemente tienes que corregir cuando sea necesario, ponerte serio cuando sea necesario, y hacer “el payaso” por qué no, cuando también sea necesario. Pero es lo que el cofrade necesita, un compañero de camino y no un juez que sólo fiscaliza sus acciones y siempre está diciendo NO a todo lo que se le proponga.


- Asistimos en muchos lugares a la creación de nuevas hermandades y asociaciones parroquiales cuando resulta dificultosa la acción de integrar con oficiales de cierta competencia los distintos cargos de una junta de gobierno, ¿Considera que hay necesidades pastorales reales para autorizar nuevas cofradías o su creación puede responder a otros motivos?

Cuando se erige una hermandad, hay detrás todo un proceso, creo que lo conocéis, de hecho nosotros en la parroquia tenemos una. No creo que el criterio para hacer una hermandad sea a la ligera, al contrario, es un proceso lento, de mínimo diez años, en los que se va viendo si hay realmente motivos pastorales suficientes para crear esa hermandad. La nuestra, por ejemplo, lleva ya doce años, y han solicitado el nombramiento como hermandad, pero estamos a la espera. Por otro lado, antes de crear esa hermandad, se necesita el informe del Consejo Local de HH y CC y el informe del Consejo Pastoral de la Parroquia y, si lo hay, del arciprestazgo. Quiero decir con esto que los motivos no son sólo a criterio del cura o del obispo, sino que también se solicita a la comunidad parroquial, un informe por si ve acertado o no la creación de esa hermandad.


- Una pregunta más marinera. ¿Podría ser una solución factible, ante ciertos problemas a la hora de conformar un grupo de personas para trabajar de manera solvente, el pensar seriamente en la integración de alguna advocación bajo las siglas de otra hermandad más contrastada?

(Risas) Esa pregunta ya tiene una dirección (Risas). Si desde el principio me dices que es una pregunta más marinera, ya sé por dónde queréis ir. Sólo os puedo decir, que no es bueno adelantarse a los acontecimientos, por tanto, esta pregunta la responderá el tiempo (Risas).


- Respecto a la formación cofrade, además de la materia teológica, ¿qué otros objetivos debemos de situar en el horizonte inmediato de las hermandades tarifeñas?

En la formación cofrade no se pretende que los cofrades hagan un máster en teología, sólo se pretende que aquellos que tienen en sus manos una responsabilidad importante como es gobernar una hermandad por un periodo de cuatro años, tenga un mínimo de formación cristiana. Por eso tampoco se puede aspirar a grandes cosas, con sólo tener una mínima formación cristiana, litúrgica, ética... es suficiente. Si he insistido desde que llegué a Tarifa en la formación es porque creo que es muy necesario para el día de hoy. Como muy bien decís, muchas veces, ofrecemos cargos a personas que tienen muy baja formación cristiana, que son muy buenos, muy serviciales, muy entregados, pero que después no saben distinguir a la Santísima Trinidad de la Santísima Virgen, y esto no se puede consentir. Entonces, para evitar estas cosas, está pensada la formación cofrade. En estos primeros años, más que el contenido de las charlas me interesa la intercomunicación que está surgiendo entre las hermandades, las preguntas que van surgiendo y que a todos interesa, es decir, la comunión entre todos. Después ya veremos más contenidos, pero de momento, formación cristiana, litúrgica, moral... Sé que se podrían hacer otras charlas más cofrades, pero no es objeto de formación, no es algo que me compete a mí, sino al mismo mundo cofrade en sí. Por ejemplo, puede interesar cómo vestir a una imagen. Es un tema que al mundo cofrade le interesa, pero no es un tema para formación, más bien para curiosidad. Es como si un niño te dice, a ti, que eres maestro, que es más importante que le enseñes un juego a que sepa multiplicar o sumar. Es más importante aprender lo segundo, lo del juego, ya irás aprendiendo, con la práctica, y además sólo serán temas que les interese a una parte del mundo cofrade, como es el vestir a una imagen, a otros, depende de sus funciones, les interesará otras cosas. Al fiscal, cómo organizar un cortejo; al mayordomo, cómo cuidar los enseres; al tesorero, cómo buscar fondos...



- Usted ya tiene cierta experiencia en el “tema” de las magnas. ¿Sería aconsejable o funcional la celebración de una procesión de ese carácter en esta ciudad?

Durante doce años que estuve en San Roque, pude celebrar doce Magnas, porque, como sabéis, es algo que acontece en este pueblo anualmente. El motivo en San Roque es tradicional, histórico y catequético, y realmente es un día importante para el cofrade sanroqueño. Si hay un día para señalar en el calendario como el día del pueblo de San Roque, no señalarían el 21 de mayo como está en el calendario, sino el Viernes Santo por excelencia. Quiero decir con esto que cualquier magna es aconsejable, si realmente hay motivos para hacerla. Eso sí, hay que trabajarla mucho, muchísimo, y en San Roque se comienza a preparar desde el Sábado Santo de ese año, para que el Viernes Santo del año siguiente esté todo preparado, y con todo y con eso siempre hay cosas que se pasan o imprevistos que son difíciles de resolver.

De todas formas, en esta ciudad, sería una magna muy puntual, no sería del mismo calibre que las de San Roque, por ejemplo. Y no veo ningún inconveniente para no hacerlo, creo que tenemos gente suficiente, aunque algunos piensen que no, y gente competente como para poder afrontar una magna. Sólo hay que tener un motivo, ilusión y ganas para llevarlo a cabo. Es más, sería un momento propicio para fomentar la unidad entre todas las cofradías.



- Díganos un lugar para ver cofradías que no sea un balcón en la Calzada y por qué.

¿Y por qué no se puede ver desde un balcón en la Calzada? El mundo cofrade se vuelve muy selecto cuando piensa que todos tienen que sentir lo mismo cuando esa cofradía pasa por un punto concreto de su recorrido, y se puede dar el caso, o no. Quizá en otro sitio, donde quizá no haya nadie, o donde quizá no sea estéticamente bonito, te impacte más, o te guste más o sientas algo que los demás no sienten. Si es así, bendito sea ese sitio. ¿Por qué se va a ver mejor un paso en la esquina de Rico, por ejemplo, que en un balcón en la calzada? Lo importante no son los sitios estratégicos, sino que estemos abiertos a que Dios se puede hacer presente en tu vida en cualquier momento, ya sea en la Calzada, Calle Virgen de la Luz, esquina de Rico, Calle Tambor o plaza del Ángel.


- Estamos seguros que el pasado Viernes Santo, durante la celebración del Ejercicio de las Siete Palabras, le surgiría alguna idea o motivación; ¿la compartiría?

Pues sí, la misma que comuniqué al Hermano Mayor y su junta, que ya que se ha dado un gran paso, ahora no podemos volver atrás, tenemos que seguir más y mejor.





martes, 20 de agosto de 2019

"¿Quiere usted una papeletita?". Por Rubén Rondón Manzanero

     Cuántas veces habrán contestado (afirmativamente o no) a esta pregunta los feligreses, turistas, devotos o personas de cualquier ideología y/o tipología que durante el mes de septiembre giran su visita diaria, u ocasional, a la Santísima Virgen de la Luz accediendo al templo de San Mateo por su puerta principal… 

     Las veces no se las puedo contestar, pero el número de años consecutivos, sí: exactamente se cumplen treinta y uno en este mes que se avecina.

     Llamaba poderosamente mi atención la cantidad de años sucesivos que esta hermandad lleva instalando el puesto de venta de artículos de Nuestra Patrona durante las tres semanas que Ella se erige en el centro físico y espiritual de la ciudad con mayor énfasis. Según consta en los libros de actas, fue el 24 de agosto del año 1988 en reunión celebrada por la junta de gobierno, concretamente en el tercer punto del orden del día, cuando el tesorero de la corporación propuso realizar una rifa de un cuadro con la imagen de la Santísima Virgen de la Luz. Luego nos trasladamos a 1991 para encontrar las primeras referencias de ventas de artículos de recuerdo, con la pertinente aprobación de la Real y Pontificia Congregación. Y ya en el año 1995 comienzan a comercializarse los tradicionales almanaques que esta cofradía consiguió instaurar como elemento clásico del mes más tarifeño del año.

     A escasos días de inaugurar un nuevo septiembre, me parece oportuno traer a colación esta parte de la historia de la hermandad del Huerto. Porque también se hace historia con la actividad cotidiana; también se dota de contenido a la corporación con sus iniciativas, sin soslayar por supuesto los fines primordiales que dan sentido y origen a una hermandad. 

     Y esta parte de nuestra historia conecta intrínsecamente con el modo de financiación de la cofradía, que es el objeto primordial de este artículo. Siempre he defendido que una corporación debe ser autosuficiente en todos sus ámbitos, y por supuesto, en el económico. Pero he aquí el quid de la cuestión: las irrisorias cuotas de hermano (sí, irrisorias) no son suficientes para mantener la actividad de la cofradía. Y esto es un mal endémico de las hermandades de Tarifa, exceptuando la de la Patrona. La localidad cuenta con hermandades pequeñas -si medimos su tamaño por nómina de hermanos, no por actividad o por devoción de sus titulares-, y con doce euros anuales no hay corporación que sobreviva ni consiga cumplir con solvencia con sus fines, ni cultuales ni de caridad.

     ¿No sería lo ideal, y recomendable para los oficiales de una junta de gobierno, que las cuotas de hermano sufragaran al menos la salida en procesión de la hermandad? Pues en esta hermandad, y creo que en otras muchas, eso es una quimera. Se evitarían en cierto modo los ingentes esfuerzos que hay que realizar para llevar a buen puerto una estación de penitencia, o a cumplir las expectativas que se le presuponen a una hermandad en asuntos de caridad, o a dedicarse con mayor empeño al fomento de la devoción de los Titulares, entre otras cosas. No me negarán que el trabajo que 
desempeñan, en líneas generales, las juntas de gobierno supone un hándicap a la hora de completar las mismas cuando llegan los períodos electorales… Creo que sería interesante una reflexión profunda sobre este hecho.

     Del mismo modo, y valga como otro ejemplo, las exiguas nóminas de hermanos con sus minúsculas cuotas casi no llegan a cubrir la actividad ordinaria de la cofradía si la misma dispone de casa de hermandad. Algo tan habitual y necesario para el desarrollo de la vida de la cofradía, en esta ciudad se torna inviable por las cuestiones antes citadas.

     Es por ello que las distintas juntas de gobierno tienen que recurrir a la realización de eventos dispares que ni tan siquiera están relacionados con la actividad de una corporación nazarena con tal de adquirir los fondos necesarios para responder con garantía a todos sus fines. Hay varias formas de colaborar con una hermandad, y acudiendo a los actos organizados por las mismas o, como es el caso que nos atañe, comprando artículos de recuerdo o papeletas o acudiendo a realizar algún turno en el puesto de venta se tornan primordiales para la consecución de los objetivos que se plantean con la actividad propuesta.

     Todo lo expuesto tiene una doble lectura y análisis pero no son objeto de opinión en este artículo. Creo que la autocrítica continua, no en el sentido negativo del término, y el autoconocimiento y el conocimiento del medio donde se desenvuelve la corporación son primordiales para su supervivencia. Mencionaba la autosuficiencia para la consecución de los fines, y si esta no se logra con acciones alternativas o complementarias a la actividad natural de una hermandad, en Tarifa es imposible.  




jueves, 25 de julio de 2019

- "Puestos a divagar". Por Antonio M. Valencia Díaz


       Puestos a divagar...

      Cuando uno echa la vista a programas antiguos de la Semana Santa de esta ciudad advierte la diversidad de fórmulas que ésta ha adquirido para poder extenderse a lo largo de los años.

      La movilidad y transformación de las hermandades y de los días Grandes fueron tan constantes como drásticos y enérgicos, algo que parece totalmente contrapuesto a la actual inapetencia y el fervor general por el conservadurismo.

    Este primer párrafo consigue alertar a mi memoria algo relativo a la Hermandad del Huerto precisamente, y que no es otra cosa que otorgarle el argumento y la consecuencia de su propia existencia en las últimas décadas al hecho de abandonar un domingo de telonero por un lunes convertido en barrio inequívoco de una cofradía que se reinventó a sí misma.

      Cualquier tradición no ha de estar sujeta lo al recurso de lo conocido, a la periodicidad de los ritos o a la literatura popular de una generación. Una mirada aun mas amplia a lo histórico desemboca en un recurso más ambicioso que una perenne fábula o doctrina, y que podría contener rasgos de metamorfosis suficiente como para que el tiempo no juzgue de manera unilateral, y aún algo se tenga que decir o hacer desde los templos y gremios del incienso.

        ¿Se imaginan una Semana Santa algo divergente a la actual?

      Quizás, una donde la cruz de guía de Medinaceli apueste por alcanzar la calle tan inmediatamente como la Borriquita haya dejado a la espalda de San Pedro una soleada Calzada. O esta misma Hermandad trazando su itinerario de manera inversa, y provocando una recogida más intimista por Privilegios. Tampoco sería ésta una mala estampa para la corporación del Viernes Santo.

      ¿Se imaginan el Consuelo rescatando “el coche de la hora” y mostrando en un solo paso la terminante lanzada de un monte calvario atravesando la prematura tarde del Viernes Santo? - Dolorosa y San Juan ya tiene, y esa tremenda talla ansía luz natural- (lo de viernes no ha sido un lapsus).

     Quizás, la hermandad del martes observaría el día siguiente como una sugestiva opción para conquistar la noche con la holgura que da una víspera de fiesta.

      Quizás los hortelanos comenzaran a volver a tener ese viejo y ya lejano sueño de protagonizar la tarde de un Jueves Santo necesitado de un preámbulo de altura para el cartel que deja el Nazareno en la noche tarifeña. Y no, no pasaría nada por volver a tener días en blanco si otros son agitados con la ilusión de crear mayor demanda y unas motivaciones ahora distraídas con el peso de las anclas oxidadas.

      No dudo que alguna lectura a estas ilusas líneas habrá reparado en la idea de la Soledad cerrando el cortejo penitencial en vez de abrirlo. O de un Resucitado saliendo de la coqueta capilla de la Inmaculada, y dejando San Mateo y San Francisco fuera de tanto sofoco y monotonía. No mala sede sería también para el Vía Crucis oficial.

       Imaginen que a un programa de actos organizados por el Consejo de H.H. y C.C. se le une determinada secuencia de citas cuaresmales donde se suman ejemplos como:

        - Presentación del cartel de Semana Santa en el salón de actos "...", con la intervención del grupo de cuerda "...", interpretando Adagios de la pasión.
       - Conferencia de D. Joaquín "M..." dentro del ciclo formativo del Consejo Local, sobre el papel de las hermandades en la sociedad actual.
        - Exposición fotográfica en las calles del centro de la población: "Un mirada eterna."
     - Presentación del trabajo discográfico de la Banda Pintor Manuel Reiné: "Las Vírgenes de Tarifa".
        - Presentación del libro "Semana Santa en Tarifa. De ayer a hoy" de "D. ..."

      Será por imaginar. Algo que no cuesta, y que aunque algunas cuestiones expresadas puedan ni gustar a uno mismo y a muchos más, no se trata de los gustos de nadie y de agitar las ideas, pues siempre la tierra esconde semillas.

     Imaginen que en vez de Semana Santa, regamos en septiembre. Pero esto es otra historia, otro camino... como el de "la colá"





lunes, 17 de junio de 2019

- Un discreto loco por privilegios. Entrevista a Rubén Rondón Manzanero.

     Por la calle asoma un no tan tímido loco con andanza bohemia y aires de cuerdo. Hay personas que podrían recorrer el flujo de este pasaje de arriba para  abajo tantas veces como los vientos asoman, y siempre deberían llevar la cabeza tan alta como los geranios que coronan sus balcones.

     Rubén Rondón Manzanero es de esas personas y personajes imprescindibles en la historia moderna de la Hermandad del Huerto, cofradía ésta, que tiene el privilegio  de contar con la lealtad de una de las personas más clarividentes y sabias de toda nuestra Semana Santa. No es el simple heredero de un mayúsculo apellido en nuestras hermandades; es un compendio de todo, y quizás, el más completo de la saga. Exquisito en las letras, sensato y taciturno en las formas, esclarecido en los gustos, constante en las horas y detallista en las sombras, este referente  ha sido ataviado por los sueños de Getsemaní como eterno contraguía de los devenires diarios de una corporación que camina sedienta y de manera perseverante hacia un lejano lunes.

     Rubén, habiendo sido un hombre todo-terreno y sobresaliente en los menesteres cofrades, tiene actualmente su “despacho” dirigido hacia los ventanales que asoman a las redes sociales, no sin dejar de  poner el oído a la banda sonora de nuestros ademanes, y con el objetivo de su cámara observando de manera sigilosa el pasar de los atardeceres. Tras buena parte de nuestras ediciones, de nuestra imagen y de nuestro conocimiento, camina este genio loco, que para muchos hortelanos es de los que marcan diferencias para bien, y desde el bien. 






- ¿Cómo ves actualmente y cómo valoras el repertorio utilizado en nuestra Semana Santa? 

Me cuesta generalizar al respecto. Porque hay hermandades que adecúan su repertorio musical a su idiosincrasia, donde casi todas las piezas musicales tienen su razón o significado dentro del conjunto y otras lo dejan al libre albedrío del capataz que en ese momento gestione su cuadrilla o a los costaleros que, observando un “vacío de poder” en esas cuestiones, solicitan marchas a la banda a veces con criterio acertado y a veces no.

Como decía, es difícil generalizar, pero si me solicitas una valoración, me atrevería a decir que cada vez son más las corporaciones que delegan el ámbito musical en una persona de la junta de gobierno, que es la encargada de dotar a la hermandad del sonido más apropiado a su naturaleza. En función de la tipología de hermandad y sus Titulares, estos delegados musicales actúan en consecuencia, y por lo general, cuando se encomienda esta labor a la persona apropiada, se suele acertar.

- En cuanto a la cantidad, parece que en las últimas décadas hay una gran proliferación de marchas procesionales, pero ¿vamos en la buena dirección? 

Te diría rotundamente que NO, y en mayúsculas. Casi en la mayoría de los casos y en todos los ámbitos, “cantidad” está reñida con “calidad”. Sin ser un experto en la materia, considero que la ingente cantidad de composiciones que anualmente se crean, pasan a engrosar la lista de marchas olvidadas de manera prematura. Si algo posee calidad, permanece inmutable, o casi, a lo largo del tiempo.

Las buenas marchas nunca se caen de los repertorios musicales más exigentes. En la última década la tendencia ha sido volver al clasicismo como respuesta a la desmedida expansión de composiciones de dudosa calidad o la impertinencia de incluir esos sones detrás de un paso (este hecho adquiere especial relevancia en las marchas para ser interpretadas por las bandas de tambores y cornetas), pero no lo malinterpretemos: entiendo que “clasicismo” no es sinónimo de calidad per se. Las piezas clásicas que han llegado hasta nuestros días y que al sonar sus primeros compases reconocemos inmediatamente son las que por su indudable calidad no han dejado de sonar año tras año; son, o deberían ser, las más demandadas por los responsables musicales de las cofradías para, a mi juicio, elaborar un repertorio con un alto porcentaje de calidad en cada pieza que lo compone. Y si es posible, conjugarlas con marchas actuales, que también las hay muy buenas, para satisfacer los gustos del mayor número posible de personas implicadas en la cofradía y que así no impere las preferencias de una o unas pocas personas. Pero esta es otra cuestión.

- ¿Existe un sacrificio en la calidad musical a favor de la funcionalidad en la calle? ¿Debe ser así?

Empiezo por responder a la segunda pregunta: No debe ser así. Pero me parece un asunto de cierta complejidad. Porque en ocasiones o momentos concretos es necesario acudir a mecanismos imprevistos o no deseados con el objeto de revertir una situación inesperada o no prevista. Me explico con un ejemplo relacionado con la cuestión que se me plantea.

Se puede llevar a la calle una serie de marchas para determinados momentos del recorrido, pero, por ejemplo, por un cambio climatológico (muy propio en esta zona), la
idea originaria puede tornar en otra improvisada en función del tiempo y cómo afecta este en el ambiente de la calle y en la interpretación que el capataz o el encargado que corresponda hacen del momento. O la posibilidad de utilizar una marcha distinta a la pretendida para activar el esfuerzo del costalero cuando el recorrido hace mella en el trabajo de la cuadrilla.

En líneas generales, y basándome en mi propia experiencia, no se suele sacrificar la calidad musical, salvo en determinadas ocasiones y por diversos motivos, tanto técnicos como de otra índole.

- Eres alguien -y de los pocos- que valora el repertorio musical  más allá de la calle. ¿Existe cierta falta de interés en la función que la música puede ejercer realmente en una Hermandad? 

La música también es expresión de la personalidad de la hermandad, y no sólo el día de la salida en procesión.

A lo largo del año, la música acompaña a la actividad de la corporación, y esos momentos también deben contar con el acompañamiento musical adaptado al contexto que se está viviendo, que lo realza, lo matiza, refuerza el encanto del instante, ayuda a crear solemnidad y define con más énfasis el carácter de la cofradía.

Si no es falta de interés, quizás sea despreocupación por esos detalles, no en todos los casos, claro está. Y quizás puedan ser tachados de sibaritas aquellos que sí reparan en ello.

- ¿Qué representa la música y sus piezas en el Retranqueo del Huerto? 

La música en el “retranqueo” se muestra como los perfumes: en frasquitos pequeños. Se intenta concentrar en pocos minutos (tan sólo tres piezas) la excelencia, sobriedad, intimismo, ambiente propicio para la oración y el recogimiento. La hermandad pretende dotar de la mayor solemnidad el acto previo al Lunes Santo, y la música es la mayor aliada para lograrlo.

Para ello, también se cuenta con la inestimable colaboración del director de la Coral de Tarifa, que accede a las peticiones de la cofradía sin reparo alguno a la vez que asesora en la elección de las piezas elegidas.

- Si te preguntase por tres piezas descriptivas de su Hermandad... 

Me resulta complicado dejarla en tres. Pero por su significado para mí y evocando momentos vividos en la hermandad que me han marcado, diría: “Cantata 147” de J. S. Bach, que fue la pieza elegida para la entrada de la ceremonia de la solemne bendición de Ntra. Madre de Dios y del Rosario y posteriormente utilizada en el “retranqueo” cuando comenzó a colaborar la Coral de Tarifa. También destacaría, y me cuesta decantarme por una sola, la marcha de cornetas y tambores “Macarena” de Bienvenido Puelles, pues significó el inicio de la banda sonora de cada Lunes Santo, el idilio de esta corporación y su paso de misterio con ese estilo musical, que marca el discurrir de Nuestro Padre Jesús en la Oración del Huerto cada Semana Santa. Y por último, la marcha para bandas de música de plantilla completa “Estrella Sublime”, de Manuel López Farfán, que fue la elegida para la primera salida en procesión de Nuestra Madre de Dios y del Rosario y una de mis composiciones preferidas.

 - El uso de las redes sociales se ha consolidado definitivamente en la Semana Santa como un instrumento de expansión casi tan elemental como imparable. ¿En qué sentido, y desde tu punto de vista, ofrece un modo constructivo, y en cuál un peligroso modo de articulación?

Considero que, bien utilizadas, todo es beneficio. Hoy día, la inmediatez en la información y la comunicación es fundamental, y esa particularidad la aporta las redes sociales y cualquier medio telemático. Del mismo modo, se puede lograr una gran retroalimentación si los hermanos hacen un uso adecuado de las mismas.

En tal sentido, por ejemplo, los carteles de cultos impresos en papel han adquirido ya un carácter meramente testimonial y a su edición les envuelve cierto halo de romanticismo. Que por otra parte, me parece interesante que se siga haciendo aunque parezca trivial ese motivo.

Y el peligro llega en el anonimato que las redes pueden otorgar a los usuarios de las mismas, porque hay algunos (por suerte nosotros no hemos tenido casos de este tipo) que hacen gala de una inquina desmedida y aprovechan estos medios para verter opiniones destructivas con el único objetivo de desestabilizar, crear polémicas absurdas, vilipendiar a cualquier persona o reprobar actos o acuerdos de la hermandad aunque no lleven razón o sin argumento consistente alguno.

- ¿Corremos  el riesgo de convertir en banal el mundo cofrade con un exceso de información carente de un valor real? ¿Hasta dónde debe o se puede llegar? 

Multitud de ejemplos observamos de esa banalidad a la que aludes. Diariamente la información cofrade se impregna de noticias que no deberían tener la trascendencia que se le pretende dar al hecho noticiable. Asistimos a una atroz intromisión en los asuntos internos de las hermandades, originada en ocasiones por las propias corporaciones, que en nada beneficia a la actividad diaria de las mismas.

Ahora bien, no debe confundirse “transparencia” en la gestión, que es un objetivo primordial al alcance de la mano con las nuevas tecnologías, con airear hasta el más mínimo movimiento en el seno de una junta de gobierno.

 ¿Hasta dónde se debe llegar? Pues el límite lo debe poner el sentido común, que muchas veces brilla por su ausencia. A mi juicio, en las redes sociales se debe dar cuenta de toda la actividad de la hermandad, de las convocatorias que realice la misma y de acuerdos trascendentales para el devenir de esta. Y en los cabildos generales ordinarios (o extraordinarios) es donde se debe profundizar y entrar en los pormenores que los hermanos deseen consultar.

- ¿Ha perdido fuerza o trascendencia Getsemaní –boletín anual de la hermandad- frente a las redes sociales propias? 

Creo que el objetivo y función pretendidos desde su fundación siguen vigentes. Yo diría que incluso potenciados. Podría parecer lo contrario debido al auge de las tecnologías ya descritas, pero cada año la hermandad recibe felicitaciones por una nueva publicación. No pasa desapercibido. Y ello, gracias a la visión y concepción del mismo por parte del director de la publicación, que ha sabido adaptar su elaboración al contexto actual en el que ve la luz “Getsemaní”.
A lo largo del año, las redes sociales escriben la historia del día a día de la corporación con la publicación de toda la actividad que se lleva a cabo, como dije antes, pero el boletín es la publicación por excelencia de la hermandad. Es más, si se me permite la palabra, solemne: es donde se da oficialidad a los horarios y actos más importantes de la cofradía durante la cuaresma y Semana Santa; la hermana mayor y el director espiritual, entre otros, les hablan a los hermanos; artículos de opinión o investigación de distintas firmas engrandecen el patrimonio, porque la opinión y la historia escrita deberían ser consideradas “patrimonio” de la cofradía; se intenta ofrecer unas fotografías más cuidadas de los Titulares; sin dejar de lado el carácter romántico, y a veces funcional, de leer una páginas impresas a color y no en un dispositivo móvil o monitor…

Y como no, supone todo un reto para el equipo que lo elabora, para dar lo mejor de sí y ofrecer un producto de calidad, con los medios de los que se dispone, con el fin de que siga siendo la publicación decana de la localidad y orgullo de su hermandad.

- ¿Cómo valorarías la evolución o no del boletín de la Hermandad en los últimos años? 

Esta pregunta va muy en consonancia con la anterior, o al menos así la deseo responder. El boletín ha registrado una evolución notoria tanto en continente como contenido.

Este año se ha editado la publicación número 30, y sólo hay que echar la vista atrás para percibir el importante cambio al que me refería antes. En lo relativo al continente, se ha mejorado la legibilidad con las nuevas dimensiones y diseño. Se ha mejorado la estructura y se ha modernizado sustancialmente la imagen. En cuanto al contenido, cada año se intenta mejorar y contar con nuevas firmas que lo doten de textos interesantes para el lector y afianzar e ir innovando en las secciones fijas.

Pero lo que más valoro, es el nuevo giro que se ha pretendido. Y es que en él se escriban historias que de no ser así no quedarían registradas en ningún otro lugar, ni tan siquiera en los libros de actas de la hermandad. De ahí, retrocediendo a la pregunta anterior, viene la nueva fuerza de Getsemaní, como fedatario de la intrahistoria que hace que esta hermandad sea lo que es, dejando constancia para las generaciones venideras de esos acontecimientos que han ido fraguando su propia idiosincrasia.




- ¿Qué aspectos debe alcanzar una cofradía para confirmarle un estilo o personalidad propia? 

En gran parte creo que viene marcada por la tradición y la herencia que los antecesores han legado. A partir de ahí, a los dirigentes que se suceden en cada legislatura les conviene, en cuanto acceden al cargo, un análisis exhaustivo de los rasgos diferenciadores de su corporación para valorar en qué se puede incidir para reforzarlos o, dado el caso, intentar un cambio de rumbo si así se estima oportuno tras un profundo examen por parte del colectivo que gobierna. Luego obtendrán el refrendo o no del cabildo de hermanos.

Habrá elementos que deban permanecer inmutables para mantener el sentido de la cofradía, y otros que sean susceptibles de ciertas variaciones. En mi opinión, parte del estilo viene definido por una línea de actuación clara y coherente en todos los ámbitos. La hermandad en la que formo parte, se ha caracterizado siempre por su lucha incansable en alcanzar la excelencia en todas las facetas de la vida de la corporación y su
vehemencia en defender sus maneras y su modo de actuar, siendo siempre realistas en relación a la capacidad para obrar de cada momento. Luego, por ejemplo, otras cuestiones como la organización de la estación de penitencia, la música, la estética, los cultos,… también ayudan a crear un estilo, pero entiendo que en menor medida, puesto que lo citado anteriormente es lo que marca y aglutina todo lo demás con conexión y sentido. 

- ¿Qué le gustaría fotografiar de su cofradía que aún no haya hecho? 

Mi falta de pericia y mi carácter retraído hizo que me centrase sobre todo en las Imágenes Titulares; elementos inmóviles donde no hay que interactuar con nadie y todo se lleva a cabo según deseos del que fotografía o el grupo de personas que trabajan sobre una determinada imagen que se pretende lograr. También me ocupé de documentar gráficamente cada acto que la hermandad hacía.

Por mi puesto en la cofradía, sólo he podido fotografiar el Lunes Santo en una ocasión y no fue una grata experiencia al sentirme alejado de algo en lo que llevo media vida participando. Es lo que me queda por hacer, pero sentirme libre emocionalmente para realizarlo de modo satisfactorio.

- La imagen es un testimonio entre la realidad y el romanticismo que escribe párrafos sin palabras, ¿es por ello que cada año acudes a los mismos “lugares”? 

Acudir a los mismos lugares es reencontrarse con los orígenes. Es recordar el pasado para nunca olvidar de dónde venimos y cimentar a conciencia el futuro.

Fotográficamente hablando se puede considerar falta de creatividad, pero como soy sólo un simple aficionado, y en relación con el trabajo en la hermandad, de ese modo se realiza una labor de documentación importante para el archivo de la cofradía, que ayuda a contemplar la evolución de la misma.

Y en cuanto a la Semana Santa en la calle, no suelo acudir a muchos lugares, ya que siempre, ahora no al nivel de antaño, he participado de la vida de la cofradía al máximo y en muchos aspectos, tanto que me dejaban exhausto para el resto de la semana.

- ¿Foto o pintura para un cartel? 

Ambas opciones. Ninguna opción es excluyente con respecto a la otra. Al apostar por sólo una técnica corremos el riesgo de perder grandes obras.

- ¿A qué suena el Lunes Santo? 

Podría prescindir de muchos sonidos, pero lo que nunca dejaría, si de mí dependiese, es que dejasen de sonar cornetas y tambores. Porque es el sonido que acompaña a las primeras lágrimas de esa tarde con la salida del misterio.

- ¿De qué color viste esa tarde? 

Muchas personas pueden relacionarla con el morado, que es el color que inunda a esta hermandad. Pero para mí, el color del Lunes Santo depende del color de la túnica que esa tarde luzca el Cristo del Huerto, y de fondo… grosella, siempre el fondo es color grosella.

 - ¿Qué imagen le queda? 

Tengo muchas en la mente, porque media vida la he pasado en la hermandad. Pero por destacar una, que bien podrían ser otras, diría que la salida del Cristo desde el interior de la iglesia. Ahí se desbordan muchos sentimientos…

- ¿Describiría su Hermandad en un par de frases? 

Me resulta complejo sintetizar tanto, pero diría que amor absoluto por la Semana Santa. Y el fomento de la misma desde el trabajo incansable por enaltecer, aún más si cabe, a Nuestros Titulares con todas las acciones emprendidas, acertadas o no.

- ¿Es el Huerto una Hermandad clásica o innovadora? 

En líneas generales se puede catalogar como innovadora, sin miedo a adentrarse en ámbitos ignotos en mundo de las cofradías. Sin miedo a experimentar, aunque parezca que todo esté inventado. Sirva de ejemplo el boletín de este año.

Y como contrapunto, para ciertos aspectos permanece adherida al clasicismo, como sinónimo de elegancia.

- ¿Dónde enfocaría o reclamaría más atención hacia su Hermandad? 

Sería interesante que se desvinculase un poco la concepción de la hermandad del ámbito de los costaleros, que por otra parte, es orgullo de la misma poseer esta imagen. O caminar siempre con el marchamo de la juventud, que en absoluto es un valor despreciable. Pero si reclamaría, entre otras cuestiones, mayor atención a la obra social de la cofradía. Reduciendo la misma a meros guarismos, el ejercicio pasado ascendió a un montante cercano a los 5000 euros, que para una hermandad de escasos 300 hermanos y con una cuota anual de unos irrisorios 12 euros supone un ingente esfuerzo por parte de la Junta de Gobierno por aportar su granito de arena a las necesidades de la población de Tarifa.

O bien en cuestiones burocráticas, por ejemplo. Ahora se obliga desde el Obispado, en la inminente reforma estatutaria, a inscribir a todas las hermandades en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia, y la hermandad del Huerto ya lo realizó en el año 2005.

- ¿Dónde enfocaría o reclamaría más atención desde su Hermandad? 

Cada etapa o momento requiere un determinado proceder en función a las necesidades o disponibilidad, pero recuperaría eventos donde el objetivo crematístico no fuese lo fundamental. Actos por el mero hecho de engrandecer a la cofradía, por el simple gozo de vivir la hermandad y exponerla en todo su esplendor a la ciudad. Actos para disfrutar de nuestra condición de hermanos del Huerto.


jueves, 30 de mayo de 2019

- Recientes modificaciones en los Estatutos y Régimen Interno de la Cofradía


     Con el fin de adecuar el texto normativo de las hermandades al momento actual, el Obispado de Cádiz y Ceuta ha decretado una modificación del estatuto base de las hermandades y cofradías de la diócesis.

     A continuación, para mantener informados a todos los hermanos y hermanas de las modificaciones que afectan a nuestras reglas, enumeramos cuáles son los citados cambios, resaltando que algunos de ellos ya estaban incluidos o realizados por nuestra corporación desde hace unos años, como, por ejemplo, la inscripción de la cofradía en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia.




Resumen de las modificaciones que esta Cofradía ha realizado en los Estatutos y Reglamento de Régimen Interno por decreto del Obispado de Cádiz y Ceuta

La norma refuerza el papel de este organismo como cauce ordinario de relación de las Hermandades con la curia diocesana.

  • Título I: Naturaleza y fines

Las hermandades y Cofradías tienen que estar inscritas en el registro de Entidades Religiosas. Esta Hermandad está inscrita en el Registro de Entidades Religiosas desde el 22 de marzo del año 2005.

  • Título II: Integración en la Iglesia

Cualquier hermanamiento entre entidades de la diócesis deberá ser aprobada por el Delegado Diocesano; si la otra entidad es de fuera de la diócesis, se requiere permiso del Obispo.

  • Título III: Hermanos/as

La norma obliga a las cofradías a establecer un régimen de infracción y sanciones, así como el procedimiento a seguir, para los/las hermanos/as

  • Título V: Órganos de Gobierno

Capítulo 2º: Cabildo General Ordinario

Se incorpora la obligatoriedad de incluir ruegos y preguntas en la convocatorias de cabildos ordinarios (hasta ahora era potestativo de cada convocatoria)

En caso de que el cabildo ordinario no obtenga el quórum necesario, la norma establece que se celebrará el cabildo con carácter informativo.

Capítulo 3º: Cabildo General Extraordinario

Entre las causas de convocatorias se incorpora la solicitud por parte de las dos terceras partes de la Junta de Gobierno

Capítulo 4º: Cabildo General de Elecciones

El Consejo Local de Hermandades y Cofradías asignara un Delegado que estará presente en todas las reuniones de la Junta de Mesa para velar por el cumplimiento de las normas.

Cada Junta de Mesa de cada hermandad tendrá la potestad de permitir o no el voto por correo

Capitulo 5º: La Junta de Gobierno

Si un miembro de una Junta presenta su dimisión, no podrá ocupar cargo de gobierno en Cofradía alguna durante cinco años

Se establecen un mínimo de nueve miembros y un máximo de doce para todas las Juntas de Gobierno. Cada cofradía tendrá que precisar el número exacto de oficiales de su gobierno

Los miembros de la Junta de Gobierno, e excepción de la hermana/o Mayor, podrán pertenecer simultáneamente a la Junta de otra Hermandad, siempre que no sea de la misma tipología.

  • Título VI: Cargos Directivos.

Se refuerza el papel del Director Espiritual con la potestad para suspender un cabildo, o para que expulse a un miembro del mismo, por incumplimiento de las normas, desorden o porque se perturbara gravemente el clima de fraternidad y respeto

  • Título VII: Administración de Bienes

Cada Hermandad deberá remitir anualmente al Secretariado: número de cofrades, altas y bajas producidas, censo actualizado, relación actualizada de Juntas de Gobierno, programa de actividades desarrolladas durante el ejercicio e inventario actualizado de bienes muebles e inmuebles.

  • Reglamento Interno:

Desaparece de las reglas de las cofradías cualquier mención a cuestiones estéticas, horarias o itinerario


  • Otro cambio en los Estatutos
Tal y como se acordó en el Cabildo General Ordinario celebrado el pasado día 9 de marzo de 2019, en su punto número 4 del orden del día, se acordó modificar en los Estatutos el apartado correspondiente a los Cultos Internos. A continuación exponemos la modificación que se enviará para su aprobación por el Secretariado, quedando de la siguiente forma:

El primer día del triduo estará dedicado a los hermanos difuntos, el segundo a los hermanos en general y el tercer día se consagrará a las Hermandades y Cofradía de nuestra ciudad, Tarifa.