Dando cumplimiento a lo estipulado en nuestros Estatutos, y como ya
fue anunciado a través de este medio, el pasado fin de semana tuvo
lugar el triduo en honor a Nuestros Amantísimos Titulares en nuestra
sede canónica.
El
altar de cultos se dispuso en una nueva ubicación -tras
muchos años sin esa posibilidad y después de dos décadas- a la
derecha del presbiterio de la iglesia de
San Mateo (como así se puede observar en la galería de imágenes) y
los elementos ornamentales del mismo presentaron novedades con
respecto a años anteriores.
El
excelente trabajo presentado bajo las directrices del equipo de
priostria de la Hermandad, vuelve a mostrar a nuestros titulares con
una inmensa majestuosidad, destacando en la parte superior del
conjunto la imagen de la Virgen, quien presenta a su hijo a los pies
del altar para facilitar el besamanos en la tarde del domingo.
Nuestra Madre de Dios y del Rosario se presentó a los fieles
ataviada de hebrea, con saya de terciopelo color burdeos y manto azul
pavo. El rostrillo fue confeccionado con tul de plumetti.
En la parte inferior seis cirios de color tiniebla conforman un pasillo de luz que conducen hacia la nueva peana estrenada para el Señor de Getsemaní.
Nuestro
Padre Jesús en la Oración del Huerto vestía túnica blanca con
mantolín de terciopelo burdeos y bordado en oro, quien
arrodillado en el mismo monte que cada Lunes Santo, se muestra por
única vez en el calendario en una cercana presencia física ante los
feligreses, que pueden observar el rostro del Señor desde una
perspectiva y proximidad inusual.
Apenas
dos argentados faroles franquearon la imagen, mientras un Jesús
orante abre los brazos reclamando la oración de todos, con la simple
presencia de un cáliz a sus pies.
La
peana que sustenta la imagen del Señor, -diseñada y realizada
también por el equipo de priostria- , forma parte de una primera
fase junto con el molduron de la parte superior, de un nuevo proyecto
de reestructuración del propio altar, que continuará con nuevos
estrenos en años venideros.
Durante los tres días, las eucaristías, que se dedicaron a los hermanos difuntos, hermanos y costaleros y junta de gobierno (siendo esta última preparatoria también para la estación de penitencia) estuvieron a cargo del Rvdo. D. Gerardo de la Hoz Corrales, Vicario Parroquial de Tarifa, comenzando previamente con el ejercicio del triduo que corrió a cargo de la Hermana Mayor de la Cofradía, consistiendo el mismo en una letanía de súplicas a Nuestro Señor y la oración dedicada a Nuestro Titular. Del mismo modo, todas las ceremonias finalizaron con el rezo del Ave María por parte del párroco hacia Nuestra Titular Mariana.
Poco a poco van cumpliéndose rituales, eventos, tradiciones,… todo nos prepara para el viaje que como cada año desembocará en el lunes más esperado de nuestro particular calendario.
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