domingo, 15 de septiembre de 2019

- Entrevista al Rvdo. Padre D. Juan Pedro Varo Salguero


Entrevista al Rvdo. Padre D. Juan Pedro Varo Salguero, director espiritual de la hermandad. – Por Julián Garrido, Antonio M. Valencia y Rubén Rondón.


- Habiendo tenido usted una patente trayectoria en una ciudad como la de San Roque, y ya un claro y notorio asentamiento en nuestra población, ¿qué diferencias y semejanzas destacaría entre la Semana Santa de estas dos localidades?

Dicen que las comparaciones son odiosas, por tanto, no podría hacer yo ahora una comparación entre la Semana Santa de una localidad y otra. Yo creo que cada pueblo tiene su identidad, y sus vivencias y su historia y eso es algo que no se puede olvidar. Lo que sí es cierto es que las dos arrancan de una profunda fe del pueblo, que necesita exteriorizar su fe en la calle y manifestarla en medio de su gente. En esa manifestación no sólo va incluido la exhibición, sino también el deseo ardiente de transmitir algo que nos han transmitido a nosotros. Si la Semana Santa perdiese ese afán por transmitir un mensaje, que es el mensaje de Jesucristo, llámese Evangelización, perdería su idiosincrasia y su finalidad.


- Si le pidiéramos de manera sintética un balance de estos últimos años en la Semana Santa de Tarifa, diría...

Que se ha caminado mucho pero tenemos que seguir caminando para hacer que la Semana Santa de Tarifa siga creciendo y enriqueciendo a nuestro pueblo. Un cofrade no se debe contentar sólo con sacar un paso a la calle, sino que esa salida haya servido de algo. Para eso está la formación cofrade, las acciones sociales y por supuesto el culto tanto interno como externo.


- Es posible que el mundo de las cofradías sea uno de los grupos que más número de personas aporta a la Parroquia ¿comparte esta impresión? ¿qué lugar ocupan los cofrades en la vida de la misma?

Por supuesto que la comparto, yo diría que es el grupo más numeroso. El mundo cofrade tarifeño es como la sal, que está y muchas veces no se da uno ni cuenta. Hay cofrades en catequesis, en la Adoración Nocturna, en Cáritas... en todos los grupos parroquiales puedes encontrarte a un cofrade. Esto es bueno, porque así la cofradía no es un gueto, ni un círculo cerrado, y también porque un cofrade, para ser un buen cofrade, como dice la sevillana, tiene que ser antes un buen cristiano, y así necesita que tiene que compartir su fe y ayudar también como cristiano en las distintas tareas eclesiales.


- Aunque no es conveniente generalizar, en el sector cofrade siempre se ha rumoreado que la curia no suele recibir con excesivo gusto a las hermandades en la parroquia ¿Cuánto hay sobre ello de leyenda urbana y cuánto de realidad? Y si se diera el segundo caso, ¿puede estar motivado este “rechazo” a la falta de implicación de gran parte de los cofrades a la vida y actividad parroquial?

Yo creo que hay mucho de leyenda urbana. Al decir la curia supongo os referís a los sacerdotes, y no es del todo así. Como en todas las cosas, habrá sacerdotes que hayan trabajado con cofradías, otros que no, a unos que les caigan bien, a otros que no, pero eso no quiere decir que en general, los sacerdotes vayan siempre con el hacha en las manos cada vez que ve un cofrade. Yo, por ejemplo, no he convivido con el mundo cofrade hasta que no fui sacerdote, y fue aquí en Tarifa. Después se me encomendó la parroquia de San García, donde no había presencia cofrade, y sin embargo, veía la necesidad de una de ellas, luego se me encargó la parroquia de Santa María La Coronada de San Roque, donde me encontré con diez hermandades y ante esa situación uno no puede estar con el hacha en las manos, estás obligado a atender a muchas personas que te necesitan y que necesitan a Dios. Por eso no estoy de acuerdo con esa afirmación. Conozco a muchos compañeros míos que han tenido la misma experiencia. Cuando te pones a trabajar codo con codo con los cofrades descubres un mundo inmenso donde poder ofrecer el mensaje de salvación que quieres transmitir, pero tienes que trabajar con ellos, no puedes hacerlo desde fuera, te tiene que doler lo que a ellos les duele y te tiene que alegrar lo que a ellos les alegra. Es el mejor camino que he descubierto hasta ahora, y creo que no me va mal. Evidentemente tienes que corregir cuando sea necesario, ponerte serio cuando sea necesario, y hacer “el payaso” por qué no, cuando también sea necesario. Pero es lo que el cofrade necesita, un compañero de camino y no un juez que sólo fiscaliza sus acciones y siempre está diciendo NO a todo lo que se le proponga.


- Asistimos en muchos lugares a la creación de nuevas hermandades y asociaciones parroquiales cuando resulta dificultosa la acción de integrar con oficiales de cierta competencia los distintos cargos de una junta de gobierno, ¿Considera que hay necesidades pastorales reales para autorizar nuevas cofradías o su creación puede responder a otros motivos?

Cuando se erige una hermandad, hay detrás todo un proceso, creo que lo conocéis, de hecho nosotros en la parroquia tenemos una. No creo que el criterio para hacer una hermandad sea a la ligera, al contrario, es un proceso lento, de mínimo diez años, en los que se va viendo si hay realmente motivos pastorales suficientes para crear esa hermandad. La nuestra, por ejemplo, lleva ya doce años, y han solicitado el nombramiento como hermandad, pero estamos a la espera. Por otro lado, antes de crear esa hermandad, se necesita el informe del Consejo Local de HH y CC y el informe del Consejo Pastoral de la Parroquia y, si lo hay, del arciprestazgo. Quiero decir con esto que los motivos no son sólo a criterio del cura o del obispo, sino que también se solicita a la comunidad parroquial, un informe por si ve acertado o no la creación de esa hermandad.


- Una pregunta más marinera. ¿Podría ser una solución factible, ante ciertos problemas a la hora de conformar un grupo de personas para trabajar de manera solvente, el pensar seriamente en la integración de alguna advocación bajo las siglas de otra hermandad más contrastada?

(Risas) Esa pregunta ya tiene una dirección (Risas). Si desde el principio me dices que es una pregunta más marinera, ya sé por dónde queréis ir. Sólo os puedo decir, que no es bueno adelantarse a los acontecimientos, por tanto, esta pregunta la responderá el tiempo (Risas).


- Respecto a la formación cofrade, además de la materia teológica, ¿qué otros objetivos debemos de situar en el horizonte inmediato de las hermandades tarifeñas?

En la formación cofrade no se pretende que los cofrades hagan un máster en teología, sólo se pretende que aquellos que tienen en sus manos una responsabilidad importante como es gobernar una hermandad por un periodo de cuatro años, tenga un mínimo de formación cristiana. Por eso tampoco se puede aspirar a grandes cosas, con sólo tener una mínima formación cristiana, litúrgica, ética... es suficiente. Si he insistido desde que llegué a Tarifa en la formación es porque creo que es muy necesario para el día de hoy. Como muy bien decís, muchas veces, ofrecemos cargos a personas que tienen muy baja formación cristiana, que son muy buenos, muy serviciales, muy entregados, pero que después no saben distinguir a la Santísima Trinidad de la Santísima Virgen, y esto no se puede consentir. Entonces, para evitar estas cosas, está pensada la formación cofrade. En estos primeros años, más que el contenido de las charlas me interesa la intercomunicación que está surgiendo entre las hermandades, las preguntas que van surgiendo y que a todos interesa, es decir, la comunión entre todos. Después ya veremos más contenidos, pero de momento, formación cristiana, litúrgica, moral... Sé que se podrían hacer otras charlas más cofrades, pero no es objeto de formación, no es algo que me compete a mí, sino al mismo mundo cofrade en sí. Por ejemplo, puede interesar cómo vestir a una imagen. Es un tema que al mundo cofrade le interesa, pero no es un tema para formación, más bien para curiosidad. Es como si un niño te dice, a ti, que eres maestro, que es más importante que le enseñes un juego a que sepa multiplicar o sumar. Es más importante aprender lo segundo, lo del juego, ya irás aprendiendo, con la práctica, y además sólo serán temas que les interese a una parte del mundo cofrade, como es el vestir a una imagen, a otros, depende de sus funciones, les interesará otras cosas. Al fiscal, cómo organizar un cortejo; al mayordomo, cómo cuidar los enseres; al tesorero, cómo buscar fondos...



- Usted ya tiene cierta experiencia en el “tema” de las magnas. ¿Sería aconsejable o funcional la celebración de una procesión de ese carácter en esta ciudad?

Durante doce años que estuve en San Roque, pude celebrar doce Magnas, porque, como sabéis, es algo que acontece en este pueblo anualmente. El motivo en San Roque es tradicional, histórico y catequético, y realmente es un día importante para el cofrade sanroqueño. Si hay un día para señalar en el calendario como el día del pueblo de San Roque, no señalarían el 21 de mayo como está en el calendario, sino el Viernes Santo por excelencia. Quiero decir con esto que cualquier magna es aconsejable, si realmente hay motivos para hacerla. Eso sí, hay que trabajarla mucho, muchísimo, y en San Roque se comienza a preparar desde el Sábado Santo de ese año, para que el Viernes Santo del año siguiente esté todo preparado, y con todo y con eso siempre hay cosas que se pasan o imprevistos que son difíciles de resolver.

De todas formas, en esta ciudad, sería una magna muy puntual, no sería del mismo calibre que las de San Roque, por ejemplo. Y no veo ningún inconveniente para no hacerlo, creo que tenemos gente suficiente, aunque algunos piensen que no, y gente competente como para poder afrontar una magna. Sólo hay que tener un motivo, ilusión y ganas para llevarlo a cabo. Es más, sería un momento propicio para fomentar la unidad entre todas las cofradías.



- Díganos un lugar para ver cofradías que no sea un balcón en la Calzada y por qué.

¿Y por qué no se puede ver desde un balcón en la Calzada? El mundo cofrade se vuelve muy selecto cuando piensa que todos tienen que sentir lo mismo cuando esa cofradía pasa por un punto concreto de su recorrido, y se puede dar el caso, o no. Quizá en otro sitio, donde quizá no haya nadie, o donde quizá no sea estéticamente bonito, te impacte más, o te guste más o sientas algo que los demás no sienten. Si es así, bendito sea ese sitio. ¿Por qué se va a ver mejor un paso en la esquina de Rico, por ejemplo, que en un balcón en la calzada? Lo importante no son los sitios estratégicos, sino que estemos abiertos a que Dios se puede hacer presente en tu vida en cualquier momento, ya sea en la Calzada, Calle Virgen de la Luz, esquina de Rico, Calle Tambor o plaza del Ángel.


- Estamos seguros que el pasado Viernes Santo, durante la celebración del Ejercicio de las Siete Palabras, le surgiría alguna idea o motivación; ¿la compartiría?

Pues sí, la misma que comuniqué al Hermano Mayor y su junta, que ya que se ha dado un gran paso, ahora no podemos volver atrás, tenemos que seguir más y mejor.