El
pasado fin de semana, durante los días 1, 2 y 3 de febrero, en
cumplimento con lo estipulado en el artículo 24, apartado a), de
nuestro estatuto y el artículo 21 del reglamento de régimen
interno, se celebró el triduo anual dedicado a Nuestros Venerados
Titulares, oficiado por nuestro director espiritual y párroco de San
Mateo, el Rvdo. D. Juan Pedro Varo Salguero.
Como
suele ser habitual, la Hermandad dispuso un sencillo pero elegante
altar de cultos, donde la imagen del Señor adquiere todo el
protagonismo, siendo esta la única oportunidad en el año de
contemplar su rostro desde la cercanía que en ocasiones quiebra los
sentidos. Portaba su túnica más noble - la morada con remates
bordados en el torso y en las mangas - conjugada con el mostaza de
uno de sus mantolines. Llevábamos tiempo sin contemplar este atavío.
Posicionado
en su peana de cultos, destaca entre los detalles los dos ángeles
que desde su monte sujetaban su abrigo. El conjunto solo se
acompañaba de sus ya tradicionales seis cirios franqueando la
ubicación, y dos motivos florales de una gama malva y morada,
resultado de la combinación de iris, rosas, claveles, liatris,
statice y eucalipto. El cáliz, a sus pies.
Ntra.
Madre De Dios y del Rosario amaneció el viernes engalanada por su
vestidor, Ignacio Blanco Peralta, con atuendo hebraico propio del
tiempo litúrgico que se aproxima, utilizando magistralmente para el
rostrillo telas estrenadas el pasado año para la vestimenta del
Señor.
Desde su altar, y con aires originales, acompañaba estos
días en ese silencioso pero rotundo discurso escrito en un triduo:
Ha llegado de nuevo, ha llegado todo.
El
cofrade es alguien ansioso porque la cuaresma llegue y aplaste la
serenidad de los días. El cofrade del Huerto no mira la fecha donde
la ceniza viste un miércoles aún retirado. Es en el fin de semana
de cultos cuando el reloj altera una nueva velocidad en sus agujas, y
la cuarentena penitente deja de ser solo cuarenta días y sus
respectivas noches.
Como
novedad en esta edición, y por cuestiones organizativas de la
parroquia, la solemne misa del tercer día del triduo se celebró a
las 12:00 horas, siendo las dos anteriores a las 20:00 horas. La
primera, como así recoge nuestro reglamento, estuvo dedicada a los
hermanos difuntos; la siguiente a los hermanos costaleros y hermanos
y hermanas en general y la última a la Junta de Gobierno, a la vez
que constituía la misa preparatoria del Lunes Santo.
El
domingo día 3 de febrero, durante el período matinal, el Señor
estuvo expuesto en besamanos y al finalizar la Eucaristía, como
novedad también en este año, tuvo lugar un pequeño ágape en los
salones parroquiales de la iglesia de San Mateo para hermanos,
allegados, sacerdotes y hermanos mayores del resto de hermandades de
la localidad.