jueves, 25 de julio de 2019

- "Puestos a divagar". Por Antonio M. Valencia Díaz


       Puestos a divagar...

      Cuando uno echa la vista a programas antiguos de la Semana Santa de esta ciudad advierte la diversidad de fórmulas que ésta ha adquirido para poder extenderse a lo largo de los años.

      La movilidad y transformación de las hermandades y de los días Grandes fueron tan constantes como drásticos y enérgicos, algo que parece totalmente contrapuesto a la actual inapetencia y el fervor general por el conservadurismo.

    Este primer párrafo consigue alertar a mi memoria algo relativo a la Hermandad del Huerto precisamente, y que no es otra cosa que otorgarle el argumento y la consecuencia de su propia existencia en las últimas décadas al hecho de abandonar un domingo de telonero por un lunes convertido en barrio inequívoco de una cofradía que se reinventó a sí misma.

      Cualquier tradición no ha de estar sujeta lo al recurso de lo conocido, a la periodicidad de los ritos o a la literatura popular de una generación. Una mirada aun mas amplia a lo histórico desemboca en un recurso más ambicioso que una perenne fábula o doctrina, y que podría contener rasgos de metamorfosis suficiente como para que el tiempo no juzgue de manera unilateral, y aún algo se tenga que decir o hacer desde los templos y gremios del incienso.

        ¿Se imaginan una Semana Santa algo divergente a la actual?

      Quizás, una donde la cruz de guía de Medinaceli apueste por alcanzar la calle tan inmediatamente como la Borriquita haya dejado a la espalda de San Pedro una soleada Calzada. O esta misma Hermandad trazando su itinerario de manera inversa, y provocando una recogida más intimista por Privilegios. Tampoco sería ésta una mala estampa para la corporación del Viernes Santo.

      ¿Se imaginan el Consuelo rescatando “el coche de la hora” y mostrando en un solo paso la terminante lanzada de un monte calvario atravesando la prematura tarde del Viernes Santo? - Dolorosa y San Juan ya tiene, y esa tremenda talla ansía luz natural- (lo de viernes no ha sido un lapsus).

     Quizás, la hermandad del martes observaría el día siguiente como una sugestiva opción para conquistar la noche con la holgura que da una víspera de fiesta.

      Quizás los hortelanos comenzaran a volver a tener ese viejo y ya lejano sueño de protagonizar la tarde de un Jueves Santo necesitado de un preámbulo de altura para el cartel que deja el Nazareno en la noche tarifeña. Y no, no pasaría nada por volver a tener días en blanco si otros son agitados con la ilusión de crear mayor demanda y unas motivaciones ahora distraídas con el peso de las anclas oxidadas.

      No dudo que alguna lectura a estas ilusas líneas habrá reparado en la idea de la Soledad cerrando el cortejo penitencial en vez de abrirlo. O de un Resucitado saliendo de la coqueta capilla de la Inmaculada, y dejando San Mateo y San Francisco fuera de tanto sofoco y monotonía. No mala sede sería también para el Vía Crucis oficial.

       Imaginen que a un programa de actos organizados por el Consejo de H.H. y C.C. se le une determinada secuencia de citas cuaresmales donde se suman ejemplos como:

        - Presentación del cartel de Semana Santa en el salón de actos "...", con la intervención del grupo de cuerda "...", interpretando Adagios de la pasión.
       - Conferencia de D. Joaquín "M..." dentro del ciclo formativo del Consejo Local, sobre el papel de las hermandades en la sociedad actual.
        - Exposición fotográfica en las calles del centro de la población: "Un mirada eterna."
     - Presentación del trabajo discográfico de la Banda Pintor Manuel Reiné: "Las Vírgenes de Tarifa".
        - Presentación del libro "Semana Santa en Tarifa. De ayer a hoy" de "D. ..."

      Será por imaginar. Algo que no cuesta, y que aunque algunas cuestiones expresadas puedan ni gustar a uno mismo y a muchos más, no se trata de los gustos de nadie y de agitar las ideas, pues siempre la tierra esconde semillas.

     Imaginen que en vez de Semana Santa, regamos en septiembre. Pero esto es otra historia, otro camino... como el de "la colá"





No hay comentarios:

Publicar un comentario